miércoles, 5 de agosto de 2009

CUANDO “NO” SE CONVIERTE EN LA PALABRA PREFERIDA

Algunos padres se frustran, otros se desesperan o no entienden por qué el bebé se niega a todo a través de esta peculiar palabra. No lo hacen realmente, simplemente descubrieron esta fácil expresión y quieren imitarla para comunicarse.
Meses anteriores, el niño se desenvuelve como un gran observador y presta atención a los labios de quienes le hablan. Es en ese momento cuando comienza a reconocer tonos e inflexiones de la voz del adulto y trata de reproducirla; entonces, su lenguaje se forma en un tono más alto y marcado.

En esta fase de la vida, los niños demuestran avances en el lenguaje verbal que hace parte de una serie de hallazgos del desarrollo emocional del bebé. Dejando de lado el balbuceo, comienzan a experimentar tomando como modelo los sonidos que oyen de sus padres. El ‘No’ está presente en cada momento de su vida: “No llores”, “No cojas”, “No te preocupes”, etc. Y se convierte en una singular expresión que determina su intento de comunicarse y expresar lo que quiere.

Una nueva etapa:
El proceso emocional va trascurriendo a través de ciertas etapas que comienza primero con la adquisición de la sonrisa alrededor de los 2 meses. La psicóloga Sandra Santacruz, especialista en niños, afirma que todo hace parte del instinto de copiar. “Primero una sonrisa más imitada que real, el segundo paso es el ‘No’, que comienza a ser parte de una diferenciación del bebé con los otros”.
El bebé se opone a lo que pasa o pone límites a los acontecimientos. Quiere decir, según la especialista, que el niño encuentra en esa expresión una vía para independizarse, pero muchas veces los adultos malinterpretan al pequeño. “Digamos que se le va a dar de comer y dice No, No, No. Esto no significa que no tenga hambre, ese ‘No’ pude ser simplemente que él lo quiere hacer solito”, explica la psicóloga, quien también sostiene que el No es un poco ir identificando “que yo, soy yo”.

Diana Palacio, entrenadora física de Procrear, trabaja enseñando a los padres a comprender a sus bebés desde los primeros meses de nacidos; ella coincide en afirmar que el pequeño no acierta totalmente el significado de la palabra. “Es como cuando se le repite al niño todos los días mamá; fácilmente, a los seis meses va a decir mamá”, afirma la profesional.
Así como se desarrolla la sonrisa y pasa de ser imitada a producir carcajadas cuando algo gracioso ocurre, así mismo se desarrollará la comprensión de la expresión ‘NO’.

Aprendiendo a descifrar al bebé:
El ‘No’ tiene muchos significados para el infante; una vez descubre la palabra, la usa infinidad de veces. Es entonces tarea de los padres interpretar a qué se refiere el niño cada vez que utiliza la expresión. Si acompaña el ‘No’ con gritos, moviendo la cabeza y pataleando, puede ser que quiera decir “Mamá, yo quiero hacer esto solo”, o “No más cereal, quiero agua” o puede manifestar que está cansado y que desea ir a dormir.

Los padres pueden empezar por entender que como le han venido creando algunos hábitos al bebé, ese ‘No’ no tiene que ver muchas veces con que el pequeño no quiera ciertas cosas. Por ejemplo con la comida; se entiende que a determinada hora el niño tiene hambre. No quiere decir que porque dice ‘No’ una vez el bocado está cerca de su boca, es que no tenga apetito. Se le insiste un poco y él va a acceder, pero si no lo hace, entonces se comprende que hay ciertas cosas que el bebé realmente no quiere. “Es supremamente importante la relación que van teniendo los papás con su bebé para conocerlo mejor”, opina la entrenadora física.
Se podría decir que se trata de un fenómeno de comunicación no verbal. Luego de que el bebé dice ‘No’ y los papás le insisten cariñosamente, pero definitivamente es un ‘No’ rotundo, entonces se trata de una negativa real.

Por: Ana María Gutiérrez de Piñeres.

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